Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2022
Afortunado seguro, porque veo belleza a cada paso, belleza que me corresponde. No es que ya no busque nada más, sino que, no sé qué más puedo pedir. Quizás mayor talento  para describir lo que mis ojos ven. Me babeo y beso. Cómo no voy a agradecer. Al final la humedad no mata, la humedad ahora es sinónimo de placer.  Entregado a la piel. Entregadísimo. 
 Todo es transitorio, yo, por supuesto, el frío, el calor, el amor y la vida. Puedo ser dulce por un rato, pero el fondo es amargo. No sé qué te prometí, pero de antemano advierto: no voy a cumplir.

Recuerdo

La vida se lució, vos lucís.  Desparramás luz andando con ese par de ojos azules. Tu cintura, suave, que viene y va, que fortuna cuando se pega a mí. La vida se lució. Por un rato me saca de la ataraxia en que me refugio, me da imaginación para hacerte reír. Te observo, te cuido y te disfruto, más no puedo hacer, menos tampoco, si para esto estoy vivo. 
Descubrieron que los besos no sabían a nada... y que falta de gusto, que desdicha sentí en el momento en que tus labios se volvieron inertes junto a los míos.  Que desgraciado fui la tarde en que te alejaste de mí. Todos nos vamos, nos estamos yendo, eso sí. Otra vez poner en la balanza lo sucedido y la soledad. Ammyt me devorará a mí, pero a vos también. Maltrecho corazón. Ojos inundados. Pero la mandíbula relajada. Hace tiempo estoy entregado, como entregado estuve a vos. Me llevo la sensación de haber sido robado, no sé si mucho más. 
El rencor es el peor cierre que puedo imaginar,           que puedo sentir. El firmamento, nuestros ojos en él. Nuestros cuerpos están pegados. Infinito, irrepetible, irremediable. No hay letanía que alivie el dolor. Ni palabras que revivan la pasión. La pasión es instante.  Lo que hayas pensado no lo soy.  Yo quise no pensar, y acá estoy, pensando en lo que quise.  ¿Quedará algo vivo dentro de mí? Vivo de verdad, algo incontrolable.  ¿Yo llevo el control o el control me lleva a mí? Puede ser que por saber el final el camino pierda su gracia.  no dejo de hablar de muerte, de morir.