Abrazado a la Nada

Completamente roto y no importa.  Soy esos pedazos de mí flotando en un mar que no alcanzo a ver. Soy mis sentimientos rotos, sentimientos que no saben bien a qué responden, no saben por qué están ahí ¿Pero quién sabe por qué está donde está? Soy mi autoestima en vaivén. Soy mis pensamientos enredados. Soy mis convicciones y mis acciones. Soy mi mirada buscando entender, aunque ya no entienda nada. Soy lo que digo y no necesito más. Soy mis amigos y mis enemigos, soy lo que amo y lo que odio. Soy mi castigo, mi deseo, y todo lo que puedo tener.

Mi bienestar no puede depender de una persona. Nadie merece tanta presión. Hay días en que la angustia, la nostalgia, me atrapan. Me enredo en mis pensamientos; son como tormentas, vientos en remolino que me mueven de un lugar al otro, y yo aunque me mueva me siento igual. Los recuerdos se transforman en desdicha. Pero luego veo las cosas más claras. Sano, solo. Y siempre termino riendo. Hoy veo lo feliz que soy. Creo que la felicidad es plenitud y actitud. Soy feliz y quiero. Y si estoy triste lo estoy plenamente. Y me hace feliz poder hacerme cargo de eso.