Abrazado a la Nada

Te miro y sólo quiero estar en tus ojos. Te escucho y nada más quiero sonreír. Te siento conmigo y me siento bien. ¿Cómo no ilusionarme? Si tu sonrisa esconde tanto amor, si tus ojos reflejan magia, si cuando te abrazo me quiero quedar en vos por siempre. Esta vez no quiero hacer comparaciones. Esta vez sólo voy a disfrutarte. Esta vez sólo voy a hacerte bien. ¿Cómo no ilusionarme? Si la ilusión me mantiene vivo, si hoy te toca a vos estar en mi cabeza. Esta vez espero que te quedes ahí...

    ¿Y si hoy fuera mi último día? ¿Si mañana ya no esté vivo? Me pregunto mientras pienso que nada va a cambiar. Y me doy cuenta que sólo espero que los días pasen, que los calendarios pierdan sus hojas, que el sol se esconda una y otra vez.    Me doy cuenta que no hice nada fuera de lo normal, que nunca seguí mi instinto, que mis limitaciones son sólo excusas. Veo que todo pasa por acá y yo como si nada, yo nada más me adapto. Yo soy fuerte de la boca para afuera pero de la cabeza para abajo no sé. Vivo marchitandome.    Y si muero ahora mismo no tendría a quién culpar, más que a mí, fui yo él que este cuerpo ocupó y no supo qué hacer.    Y si hay un Dios, no quiero saber dónde está, lo mataría sin dudar si tuviera la oportunidad; pero tampoco a él podría echarle la culpa de todo mi penar. Tengo que asumir la responsabilidad de ser lo que soy. Tengo que asumir lo bueno de no ser nadie y lo malo de no saber soltar.    Soltar: tan difícil como olvidar y doloroso como no saber a

Simplemente fui yo él que dijo que no. Estoy golpeado, ya no puedo estar parado. Y es por vos que no quiero amar más. Y es por vos que mi corazón no se quiere ilusionar. Sé que no estoy perdido, mas bien estoy hundido, acá entre mis libros, mi guitarra y lo que escribo. Soy uno más que no disfruta el día. Soy uno más que no puede con esta puta vida. Mi enfermedad, mi enfermedad, soy sólo yo. 

Una pregunta tengo para hacer: ¿seré nada más otro que quiere y no sabe qué?

  Incompleto, desde siempre y hasta nunca. Incompleto, sólo eso.   Y es verdad, mi amigo tenía razón: las ganas de llenar este puto vacío son las que me hacen seguir para adelante. Si el gran genio, el gran Einstein dijo alguna vez: "la vida es como la bicicleta, hay que pedalear hacia adelante para no perder el equilibrio".   Pero las palabras no me completan, lamentablemente.

Tan difícil es de entender que no quiero que me cuestionen? Tan difícil es de entender que quiero estar en paz? Tan difícil es de entender que hago lo que siento? Si no podes entenderlo, alejate.