Agonizar

   ¿Y si hoy fuera mi último día? ¿Si mañana ya no esté vivo? Me pregunto mientras pienso que nada va a cambiar. Y me doy cuenta que sólo espero que los días pasen, que los calendarios pierdan sus hojas, que el sol se esconda una y otra vez.

   Me doy cuenta que no hice nada fuera de lo normal, que nunca seguí mi instinto, que mis limitaciones son sólo excusas. Veo que todo pasa por acá y yo como si nada, yo nada más me adapto. Yo soy fuerte de la boca para afuera pero de la cabeza para abajo no sé. Vivo marchitandome.

   Y si muero ahora mismo no tendría a quién culpar, más que a mí, fui yo él que este cuerpo ocupó y no supo qué hacer.

   Y si hay un Dios, no quiero saber dónde está, lo mataría sin dudar si tuviera la oportunidad; pero tampoco a él podría echarle la culpa de todo mi penar. Tengo que asumir la responsabilidad de ser lo que soy. Tengo que asumir lo bueno de no ser nadie y lo malo de no saber soltar.

   Soltar: tan difícil como olvidar y doloroso como no saber amar, con eso convivo. Y la pregunta ya no es si voy a morir, la pregunta es: ¿No estoy muerto ya?

   Quizás todos estemos muertos, tal vez las cadenas ya nos ahorcaron, como sea: hoy no tengo ganas de ser. 

Comentarios

Entradas populares de este blog