Yo me acomodo en un rincón.
Tres metros de ancho,
mi nido en esta ciudad.
La imagen de un cuerpo
que en posición fetal descansa
se multiplica aquí y allá.
Los ojos pálidos dirigidos a la pared.
Más pálidos dirigidos a la pantalla.
La posibilidad, pálida, de perder el control.
La búsqueda de quién soy,
además de búsqueda es praxis.
Lo que se busca, se crea.
Y yo todo me lo explico.
No quiero volverme hostil,
ni con vos, ni conmigo.
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