Cuando pensás que nada puede estar peor (o mejor) va y se muere tu viejo, o tu perro, o tu gato.
O tu amor ya no te ama. O tu amor te manipula. O eso que pensás que es amor no es más que pena, autoengaño, obsesión. O es amor que no se entiende con la forma de amar del otro.
O se te inunda el pecho de lamentos por lo que no fue. La cabeza te rebalsa de cosas que no hiciste y ahora ya no podes o nunca pudiste. De repente ya no mirás para arriba, sino que cada vez más abajo, y para dentro te da miedo.
Ahora tu piel es extraña, el mundo más gris, la mayoría más pobre.
Disfrutá lo que te toca, la suerte cambia y el cielo ennegrece. A la vuelta de la esquina te podes caer o encontrar la forma de elevarte como nunca antes pero para atrás no podemos ir.
Para atrás no podemos ir.
Calma y mi vecino hace ruido. Calma mientras miro la Luna sobre mi cabeza y al patio le vendrían bien nuevas luces. Calma y mi comodidad. Calma y abismo cuando me miro al espejo. Libertad sin piso y ni un peso. Libertad más allá de lo material. El cielo está arriba y en todas partes, no necesito tocarlo con las manos. Pausa, no hay quien me proteja del paso del tiempo. Yo no puedo desear vivir adentro de una piedra. No me quiero conformar con estar en mi burbuja.
Comentarios
Publicar un comentario