Cuando pensás que nada puede estar peor (o mejor) va y se muere tu viejo, o tu perro, o tu gato. 
O tu amor ya no te ama. O tu amor te manipula. O eso que pensás que es amor no es más que pena, autoengaño, obsesión. O es amor que no se entiende con la forma de amar del otro. 
O se te inunda el pecho de lamentos por lo que no fue. La cabeza te rebalsa de cosas que no hiciste y ahora ya no podes o nunca pudiste. De repente ya no mirás para arriba, sino que cada vez más abajo, y para dentro te da miedo. 
Ahora tu piel es extraña, el mundo más gris, la mayoría más pobre. 
Disfrutá lo que te toca, la suerte cambia y el cielo ennegrece. A la vuelta de la esquina te podes caer o encontrar la forma de elevarte como nunca antes pero para atrás no podemos ir. 
Para atrás no podemos ir. 

Comentarios

Entradas populares de este blog