Creemos estar seguros de dónde estamos. Pero no, no lo sabemos.
Creemos estar seguros de lo que hacemos. Pero no, sólo seguimos hacia adelante.
Creemos que somos libres planificando nuestras vidas. Pero no, no lo somos. Nuestro futuro nos tiene esclavizados.
Nos hemos condenado.
¡Cuánto ruido! ¡Cuánto humo! Y cuanta hambre...
¿Cómo puedo saber dónde voy? ¿Cómo puedo saber a dónde ir? Tiempo, falta.

En mi individualidad me ahogo.
En la creencia de la salida colectiva está mi posibilidad de sobrevivir.

Comentarios

Entradas populares de este blog