Agosto.

Silencio como herramienta.
Silencio como salida.
Está ahí, en el medio,
entre mi orgullo, mis miedos y lo que no entiendo.

Aprender del no decir.
Cuando no se sabe que decir es mejor callar,
para no hablar sin sentido,
para no lastimar de más.

Sí, me siento mal, todavía me siento mal.
Pensé que en el no pensar podía encontrar soluciones.
Pero me equivoqué, no sé si fue una perdida de tiempo,
no sé si avance en algún sentido (suponiendo que es necesario avanzar, todo es suponer).

Acá estoy, con menos tiempo que antes.

Superé algunas confusiones a lo largo de esta experiencia, también aparecieron nuevas. Lo que creo importante es que hoy sé que no puedo buscar soluciones mágicas, espontaneas, y mucho menos en los demás.

Comentarios

Entradas populares de este blog