L e a l t a d

Esperamos lealtad de amigos, de un amor, de la familia.
Pero al esperar lealtad también controlamos que eso suceda.
Pensamos en la deslealtad de nuestros afectos.
No se puede esperar algo sin pensar en lo contrario.

¿De qué sirve la lealtad? Mejor dicho: ¿de qué sirve esperar?
Las cosas pasan, las personas son, eso no lo podemos controlar.
Nos van a traicionar, sí, seguro que nos traicionaran,
pero desconfiar de todos no lo va a evitar, sólo viviremos amargados.

Las puertas deben estar abiertas.
Que se vayan los que se tengan que ir,
que se queden y entren los que quieran.
El otro nos nutre y también nos pudre, hay que vivir con eso.

No tengamos miedo a perder, quizás así lleguemos a la victoria.
No perdamos el tiempo, los enemigos caerán, los enemigos son tristes.
Busquemos simpleza y seamos honestos, el resto es gilada.
Gilada sobra, lo importante es no perder la lealtad hacia uno mismo.

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