Con la lluvia en la nuca, atrás del ventanal, y la música por encima; canción en sol mayor, no espero más. Buen pensamiento, tranquilidad, equilibrio.
La pegué de una y fue al angulo, el izquierdo. Sí, fue un tiro certero, ví con claridad mis sentimientos y ese presentimiento se volvió realidad. Efectivamente la mayor pasión era la educación. Mi pasión era ver en sus bocas cerradas y ojos bien abiertos pensamientos nuevos correr de un lado a otro.
Mi pasión era generar conciencia, mi pasión era generar compañerismo. 
Gracias a mi pasión mi ilusión revivió.

Hoy no siento deseos de escapar. Hoy no hay remordimientos.
¿Está mal que pueda disfrutar? ¿Está mal que siga queriendo más? Aunque hay mil preguntas, hoy no quiero ser hostil, por lo menos no conmigo. 

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