Ciertas cosas no se pueden separar. Siempre creí en la dualidad en los seres, siempre sentí esa dualidad, creí poder verla pero ¿No será que todo es completo?¿No será que la suma de las partes no es posible? Hoy me considero un ente completo, soy identidad singular pero no puedo ser identidad sin otras identidades, en fin, no puedo ser si no hay un otro, no puedo vivir sin el otro. Nos construimos por las diferencias, pero cada uno es parte de un todo superior, somos hermanos, todos nacemos de la misma manera.
No hay que confundir, sin embargo, esta hermandad con la realidad que acontece. Hemos construido un modo de vida por el cual nos convertimos en competidores, en egoístas; un modo de vida en el cual no importa cuántas cabezas haya que pisar con tal de subir más alto. Pusimos al dinero por encima del amor, a lo material por encima de los sentimientos, creamos sentimientos negativos para con los demás.
Lo más triste, lo más penoso de esta actualidad es que va camino a perpetuarse si no hacemos algo al respecto. Desde arriba llueven teorías falsas, afirmaciones con el único animo de profundizar la dominación sobre las masas, con el único animo de separarnos y que nos odiemos entre pares. Con ilusiones como las del subdesarrollo, como las ideas de naturalizar la actitud de las personas "somos egoístas por naturaleza" escuché decir muchas bocas ¡Que estupidez! Somos meras construcciones, si construimos este modo de vida también podemos destruirlo y erigir otro, uno en el que no haya desigualdad social, uno en el que el dinero y el estatus no sean el objetivo de vida.
Nuestra vida es un milagro, nuestra vida es todo lo que tenemos, no sabemos si vamos a vivir muchas veces, o si vamos a ir a un cielo o a un infierno o si vamos a desaparecer en el olvido. Somos pura incertidumbre y por ello tenemos libertad, podemos hacer lo que queramos, no hay un orden que seguir. ¿Entonces por qué repetimos una y otra vez esta locura? Con todas nuestras posibilidades nos terminamos rebajando a esta realidad. Es hora de preguntarnos: ¿Cómo queremos seguir?
No hay que confundir, sin embargo, esta hermandad con la realidad que acontece. Hemos construido un modo de vida por el cual nos convertimos en competidores, en egoístas; un modo de vida en el cual no importa cuántas cabezas haya que pisar con tal de subir más alto. Pusimos al dinero por encima del amor, a lo material por encima de los sentimientos, creamos sentimientos negativos para con los demás.
Lo más triste, lo más penoso de esta actualidad es que va camino a perpetuarse si no hacemos algo al respecto. Desde arriba llueven teorías falsas, afirmaciones con el único animo de profundizar la dominación sobre las masas, con el único animo de separarnos y que nos odiemos entre pares. Con ilusiones como las del subdesarrollo, como las ideas de naturalizar la actitud de las personas "somos egoístas por naturaleza" escuché decir muchas bocas ¡Que estupidez! Somos meras construcciones, si construimos este modo de vida también podemos destruirlo y erigir otro, uno en el que no haya desigualdad social, uno en el que el dinero y el estatus no sean el objetivo de vida.
Nuestra vida es un milagro, nuestra vida es todo lo que tenemos, no sabemos si vamos a vivir muchas veces, o si vamos a ir a un cielo o a un infierno o si vamos a desaparecer en el olvido. Somos pura incertidumbre y por ello tenemos libertad, podemos hacer lo que queramos, no hay un orden que seguir. ¿Entonces por qué repetimos una y otra vez esta locura? Con todas nuestras posibilidades nos terminamos rebajando a esta realidad. Es hora de preguntarnos: ¿Cómo queremos seguir?
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