El amor aparece, se crea, aún en la mayor adversidad.
Haber cruzado el Atlántico encadenado, viendo morir a uno de cada cinco. Así durante tres meses, y al llegar al puerto, en un continente desconocido, con gente desconocida, escuchando lenguas desconocidas, ver unos ojos negros como los suyos, media sonrisa y enamorarse. Locura.

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