Es necesario que una historia termine para que puedan comenzar otras. Así como las flores, es necesario que mueran para que otras aparezcan. ¿Qué puede ser mejor que florecer una y otra vez?
Vorágine, calvario.
Si caigo en el desgano estoy perdido. Uno no puede más que cansarse si ve las cosas estáticas. Me cansaría de mí mismo si no estuviera en mutación, en movimiento. La muerte está cada vez más cerca. Esa es una máxima incuestionable temporalmente. Lo que se va no vuelve y las cosas no se repiten tal como fueron. Tanto padecimiento (ajeno y propio), uno tampoco puede vendarse los ojos. Pero ¿de qué se trata todo esto? ¿De cuidar a la familia? ¿De amar al de al lado? Ridículo sería esperar una certeza más que la emoción. Hay que mirar más allá. Sí, más allá. El sol que abrasa... que consume. Arena y polvo. Ansiedad y gritos mudos. Abrasado de odio. Luego se me pasa y río. Abrasado de alegría, agradecimiento y consuelo.
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