Costumbre

Creo que me estoy acostumbrando a la soledad,
a llegar y que nadie me bese,
a que nadie me diga: ¿Cómo estás?

Creo que me estoy acostumbrando a la soledad,
a la cama fría, a dormir sin vos.
A despertarme en el medio de la noche
y no tener a quién abrazar.

Y sí, me estoy acostumbrando a vivir así,
a no saber con quien hablar las cosas que hablaba con vos.
A no saber a quién extrañar.

No estoy triste, ni angustiado,
porque sabía que esto iba a pasar.
Se me hace cuesta arriba, es verdad
pero no quiero volver atrás.

Me estoy acostumbrando a la soledad,
a ver amor en la calle y sentirme raro,
a sentir la desesperación por ser amado,
por necesitar abrazos que la soledad no sabe dar.

Me estoy acostumbrando a la soledad,
sin embargo, espero que una sonrisa me venga a rescatar,
que me saqué del letargo y me lleve a la plenitud,
que me haga olvidar el vacío y me de un poco de luz.

El silencio y la oscuridad me atrapan,
sé que ya no brillo, pero es mejor así.
No tener a quién lastimar.
No tener a quién amar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vorágine, calvario.