Está bien, sí, está bien. Podes ser tan estúpido, tan cerrado, tan ciego a todo lo que pasa. Podes ir por ahí con aire de ganador a pesar de que haya gente cerca que muere de hambre. Sí, todo bien, podes preocuparte por tener más cosas materiales mientras gente duerme en la calle. Todo perfecto si vos desperdicias toda el agua que queres mientras gente muere de sed. Sí, seguí así, seguí contaminando este planeta. Dale para adelante con eso de comer seres vivos. No pares, no pares, seguí siendo así de idiota y desconsiderado. La vida es así, podes hacer lo que quieras, lastima que la gente elige el camino fácil, el tuyo.
Afuera se siente el latido de la desesperación. Adentro, cuando pierdo el control, también. Ola de pensamientos intrusivos, ramas secas tiradas en la hoguera, alimento de la ansiedad. La bronca y la impotencia se mastican. A mí el tiempo me enseñó que no son un buen placebo. Entiendo que el amor es un acto, un verbo, quizás hasta sea el remedio tan esperado. Entre todo lo indecible y caótico hay algunas certezas, como que me sigue calmando el jazz en piano y que te quiero seguir mirando de cerca.
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