Abrazado a la Nada

Dejar que corra el agua, no hablar de más, no hablar y que el egoísmo sea lo que soy.  Escapar rápido del dolor, escapar del dolor que me genera la posibilidad de dolor que veo en mi cabeza. Escapar sin dejar rastros.

Entre tus ganas y las mías me perdí. El tiempo no deja de correr y lo que siento nunca permanece igual. Sé que escribí las cosas lindas que me generaste, en algún papel perdido están esos momentos,  los recuerdos, sin embargo, difícilmente los pueda perder.  Ahora que me fui todo eso no importa tanto, no hubo despedida, ni la habrá. Yo le escapo a la amargura, pero más le escapo a la responsabilidad.  Se me fue el sueño, también las ganas.  Fatalismo inútil junto a mis temores,  me vuelvo gris y gris no soy.  Te miré con los ojos de los demás, yo suelo repetir mis errores.  No sé donde buscarte, tampoco te quiero encontrar.

 Me alejo de todo lo que me ate, sin embargo, los nudos los aprieto yo. Me alejo si siento incomodidad, pero cómodo no estoy ni al dormir. 

Solo estoy ahora. Perdido estuve hasta ayer. De un golpe caí y por fin siento mis pies, ahora la pena es de verdad. El pasado no me pesaba, el pesado era yo. El miedo se hizo carne, el nudo en la garganta permanente, y yo me hice más liviano.  Sangrando voy a estar siempre,  las lágrimas nunca me van a alcanzar, no quiero olvidarme de tu voz pero la voy a olvidar.  Hay cosas que no se borran.  Hay cosas que no se compran. A dar la mano me enseñaste vos.  A tragar la amargura y seguir, también.