Abrazado a la Nada

Una pelea. Si me caigo me levanto. No retrocedo. Si muero no me importa. Uno tras otro los golpes pasan. Me desarmo, grito y sangro. Puteo para todos lados. Cemento y pantallas. Ya no hay puñales, no hay manos que puedan sostenerlos. ¿A dónde vamos? De este círculo no podemos escapar.

El espacio en la hoja mi forma de escribir y ocuparlo. La forma en que pasan mis días, los ojos que veo, las voces y el tacto. Me vuelvo loco solo y me vuelven loco los demás. Nos volvemos locos y festejamos. Como me gusta festejar, mis deseos se hacen carne en el ocio. "Gozar es tan parecido al amor".

Hay un árbol enorme en diagonal a mi terraza. Desde la puerta lo veo a él, un poco de cielo, chapa y pared. Es como un calendario, un recordatorio; a veces, una cachetada.

Las fichas caen de a poco. Cuando se apaga la luz, ahí donde las sombras no se ven, son invisibles, subterráneas. ¿Ahí logro distinguirme? ¿Ahí me quiero distinguir?