No espero resucitar
Entre lo que pienso y lo que digo hay un profundo y oscuro abismo; pero en lo que intento no pensar está la perdición. ¡Que iluso! querer tapar pensamientos, cómo si eso fuera posible, el problema real es estar o no estar preparado. Encerrado, siempre encerrado, en mí mismo, en mi habitación o en cualquier lugar. Buscar libertad y dejarla escapar por miedo. La historia de la humanidad es voluntad de poder y en el medio desamor e incertidumbre, no se puede escapar, aunque sí ignorar. Son dos caminos: vivir sin cuestionar o cuestionarlo todo, sí tomas el último no tenes posibilidad de dar vuelta atrás. Hace siete años estoy en este camino, entre de lleno, al 100 por ciento y me perdí; a veces me encuentro entre la algarabía y lo tormentoso del paisaje pero, aunque pueda ver con claridad, me vuelvo a perder una y otra vez. Al principio no entendía qué pasaba, hoy tampoco lo entiendo del todo pero focalizo a través de mí. Antes quería entender a los demás pero eso só...